La columna social de : Katherine O. Rocha
“En paz, la nada se convierte en hombre o mujer, como la modesta tranquilidad”.
– William Shakespeare.-
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“Un lugar para soñar”
La época fresca
por estas tierras son siempre así.
No hay cambios bruscos en la piel.
No hay cercanía a los cielos y luego,
dejarse caer duramente al suelo…
No hay olvidos en la memoria.
Entre mi gente no se busca riqueza
si es que la tenemos libre por estas tierras
(hay unos pocos que la ambición los
entierra en pobreza hasta la hora maldita)
Tampoco hay ganas de saltar,
adelantar agujas en reloj
girarse antes de tiempo,
como si de riesgo, trapecistas se jugaran su
única vida.
(de volver, ni recordarnos…¡La única vida!)
Por mis ríos adyacentes se cruzan
venas cargadas de sangre:
Vidas, sacrificios, honores manchándose
por la historia mal escrita…
Un carácter orgulloso a preferir agua y pan,
para que nadie señale la pulcritud en el andar.
Por estas tierras
hay gente que aún queda
esperanzada, sonriente ante la salida del sol.
Bañarse en él cada vez que dirija
su ideal hacia el lugar aproximado de su abrazo, marcando luego al ponerse, la línea del eje central
¡Es la rotación a seguir!
¡Bendito aquel de espíritu de águila, que al frente fija su mirar! De luminosidad vestirán sus ojos. Turquesa-amarillento sus nacientes dones.
También los hay, que les gusta el grillar que anuncia el clímax de la hembra y el varón;
el correr luego, sudor en frente,
quehaceres de siempre, música que acompaña los días en que más picante está el gran astro, sobre estas pieles quemadas.
Macerar la caña, cosechar café, extraer raíces y hacerla manjares sobre mesa familiar;
corro, corren…detrás, la gallina ha sido cuidada para elegir con habitual “con permiso” el huevo de la cena de mañana.
Todavía se espera la hora del café reunidos,
se cree en cada hojita de mi árbol sagrado,
se unen tres a murmurar y reírse,
volver al centro…
Saludar como hermanos.
(compartir café).
Es nuestra bendita vida.
¡Qué más da si me voy mañana!
Si pasan por mis huesos los años
desgastados,
si sigo aquí y al rato no. O el retorno.
La amplia sonrisa
La jovial carisma
La brisa fresca en nuca
¡La sangre de mi pecho en tu pecho
sediento!
La eterna vida…
Un carácter noble a elegirte
a un lado de su misma silla.
A partir tu pan,
a cortar pequeño los trozos que degustaría el paladar.
——-Parecieran cuatro manos de dos que ves; estar hábilmente en torno a ti.——-
Para que seas turista de por vida.
Aventurero, fiestero, ¡feliz!
A hacerlo por ti,
hacerlo contigo,
y contigo hacerlo.
En mis tierras aún se respira las
risas entre llanto,
los cuentos a oscuras,
la esperanza en ceguera
Las manos llenas, vacías.
Por estos montes, hay gente poblando
ciudades,
llevando costumbres,
dándole sentido a la rapidez que sin soñarse, nos cambia
irremediablemente-a-todos.
No existen puñales fríos a menos que
hayas nacido en las manos equivocadas.
Porque por mis tierras,
de más hay
de esa energía que sana y endereza.
Fuerza motriz que motiva
a allanar hondas cicatrices.
Que comprende de carencias y ayuda
a levantarte de errores.
Y de ella, esa fuerza, se decoran cada una
de nuestras mañanas soleadas…
(Décima)
Tierra mía reverdece
cual signo esperanzador.
Sudor, sus manos, labor;
Alivio que vida crece.
La noticia acontece,
endereza lo torcido,
darlo ya por sabido
El ejemplo deja huella;
súplica que hace mella.
¡Un camino expandido!