Por: Eridania Recio
Los seres humanos estamos llenos de ideas, de proyectos de cosas maravillosas que quisiéramos emprender y lograr, pero lamentablemente somos nosotros mismos unos contra otros que nos matamos las ilusiones. Cuando compartimos un proyecto, una idea con compañeros de trabajo, con amigos, con familia simplemente esperamos que nos digan algo positivo y si existe algún error que se nos corrija, pero que mal, cuando mas ilusionados estamos con nuestro proyecto encontramos que las mismas personas a quienes hiciste participe de tu “grandiosa idea”, las mismas que tu esperaba un comentario positivo o una crítica constructiva, solo sabe criticar tu proyecto de una manera envidiosa, humillante, solo se nota que te quieren hacer mal sentir. Es penoso ver como los seres humanos en vez de apoyarnos nos destruimos, pero eso si, nunca debemos desmayar en nuestro intento, más bien seguir hacia delante con apego a las leyes y con el convencimiento de que lograremos con la ayuda de Dios nuestra meta. Así es difícil que un país, un pueblo, un proyecto avance pero jamás debemos doblegarnos a los intereses malsanos de los demás, seguir hacia delante es lo correcto, solo así podremos avanzar y llegar al final deseado.