Andy Ruiz Jr. hizo historia en el Madison Square Garden de Nueva York.
Ruíz protagonizó la sorpresa más grande del boxeo en casi 30 años al destronar a Anthony Joshua como triple campeón de peso Pesado, al noquear al británico al 1:27 del séptimo round para consagrarse como el primer campeón de esta categoría en la historia del boxeo mexicano.
Ruiz enmudeció al Madison y al mundo entero, tras levantarse en una ocasión para mandar cuatro veces a la lona a Joshua antes de obligar a la detención.
“Destroyer” Ruíz estaba abajo en las apuestas 33 a 1 y al final salió como campeón de la Asociación Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo.
De cara a la pelea, muchos analistas señalaron que no había forma de que Ruíz hiciera la hombrada,. De hecho, subió al ring del Madison entre algunas burlas y, al final, salió como el campeón del mundo tras protagonizar la victoria más grande del boxeo mexicano.
Fue una sorpresa de niveles superiores.
Con la victoria, Ruíz mejoró su récord a 33-1 con 22 nocauts, mientras que Joshua sufrió su primer revés para estancarse en 22-1 y 21 cloroformos.
La victoria de Ruíz es la mayor sorpresa que el mundo del box ha vivido desde desde que James Douglas le quitó el invicto y los cinturones de campeón a Mike Tyson en Japón hace 29 años.
En el primer episodio, fue el jab de Joshua el que marcó la pauta para dejar fuera de distancia a Ruíz, quien no pudo aplicar su velocidad y las combinaciones que tiró fueron poco efectivas.
El británico estaba al mando y sin desgastarse tanto, fue hacia atrás y Ruíz a la espera de contragolpear.
Al segundo, “Destroyer” salió más agresivo y logró conectar una combinación tempranera, pero Joshua recuperó el control con el jab y hacia el final del episodio, le metió la derecha fuerte al mexicano en forma de recto y también un gancho de izquierda que hicieron que Ruíz pensara dos veces su atrevimiento.
El tercer round fue de locura. Joshua mandó a la lona a Ruiz con potente mano izquierda, pero el mexicano se levantó pronto para enviar al británico a la lona tras una certera combinación que dejó en mala forma al europeo.
