Los seres humanos no debemos vivir solos. Cada uno somos parte de la sociedad, y por tanto nos necesitamos unos a otros.
Nosotros formamos la sociedad y, al mismo tiempo, la sociedad nos forma como personas. Está claro que dependemos mutuamente, por lo cuál tenemos que vivir en comunidad. Hay que entender esto y vivir de conformidad como establece el buen vivir.
El significado de la vida se encuentra en llevar una vida altruista, no vivir en el egocentrismo ni llenarse de egoísmo. En la actualidad, tenemos problemas de carácter social provocado por personas que padecen estas condiciones, y que solo ellas pueden vivir bien, y no pueden reconocer el triunfo de los demás.
Ojalá y pudiéramos eliminar estas debilidades. Debemos proyectarnos más allá de la codicia personal, y realmente pensar en el bien común. Siempre tener presente que no vivimos solos, que vivimos rodeados de más personas y que muchas veces nuestro triunfo también depende de ellas.
En mi caso, trato de practicar la reciprocidad, la equidad y la igualdad. La regla del respeto mutuo, la reciprocidad y la igualdad son muy esenciales en las relaciones humanas. Ambas cosas debemos trabajarla por el bienestar de todos.
Las personas tenemos que vivir con mucha armonía, porque no se puede vivir solo. Si lo hacemos, podemos vivir en un mundo mejor.