Santo Domingo, República Dominicana. En su reunión de política monetaria del mes de octubre de 2020, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió mantener la tasa de interés de política monetaria en 3.00 % anual. Asimismo, la tasa de interés de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 3.50 % anual y la tasa de interés de depósitos remunerados (Overnight) en 2.50 % anual.
La decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis exhaustivo del impacto de la pandemia del COVID-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación. En particular, la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor en septiembre fue de 0.60 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros nueve meses del año fue 3.74 %. Por otro lado, la inflación interanual, es decir, de septiembre de 2019 a septiembre de 2020, alcanzó 5.03 %, situándose en torno al límite superior del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, influenciada por choques que han afectado la oferta de algunos alimentos como resultado del impacto rezagado sobre la producción nacional de la sequía a inicios de año y posteriormente de las tormentas Irma y María, además del incremento de insumos importados, como el trigo, la soya y el maíz, y el aumento en los costos de fletes y transporte.
Es importante destacar que, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta básica, alcanzó 4.34 % en septiembre, cercana al valor central de la meta. Asimismo, el sistema de pronósticos del BCRD y las expectativas de los agentes económicos señalan que las presiones inflacionarias recientes son de carácter transitorio, por lo que se prevé que la inflación convergería al centro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % durante el horizonte de política monetaria.
En el entorno internacional prevalece la incertidumbre asociada al ritmo de recuperación económica global y la aceleración de contagios del COVID-19 en varias economías avanzadas, aunque los datos más recientes parecen confirmar una recuperación gradual del crecimiento durante los últimos meses recientes. En ese sentido, el FMI estima una menor contracción económica global para 2020, pasando de un -4.9 % estimado en junio a -4.4 %, de acuerdo con su informe publicado en octubre de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés). En respuesta al debilitamiento de la actividad, los bancos centrales alrededor del mundo continúan reduciendo sus tasas de interés de política monetaria y ampliando las medidas de flexibilización monetaria, con el objetivo de apoyar la demanda interna de sus países.
Para Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, se comienzan a observar señales positivas que apuntan a una recuperación más rápida de lo previsto. Los datos preliminares del tercer trimestre señalan una caída interanual de -2.9 %, lo cual representa una recuperación sustancial desde el -9.0 % registrado en el segundo trimestre del año. En efecto, las proyecciones del FMI para el crecimiento de EUA en el año 2020 se corrigieron al alza, desde una caída de -8.0% prevista en junio a una contracción esperada de -4.3 % según lo publicado este mes de octubre. La Reserva Federal se mantiene aplicando un grupo de medidas monetarias expansivas, previéndose que la tasa de fondos federales se mantendría en el rango de 0 % y 0.25 % hasta el año 2022, al tiempo que implementa programas de flexibilización cuantitativa basados en la provisión de liquidez a través de Repos, compras de títulos públicos y privados en el mercado secundario y programas de canalización de crédito para las micro, pequeñas y medianas empresas, principalmente de los sectores salud y educación.
En cuanto a la Zona Euro, se proyecta que la pandemia provocará un deterioro mayor en este bloque de países con una disminución de -8.3 % para 2020, de acuerdo con el FMI, influenciada por el restablecimiento de medidas de confinamiento para enfrentar una nueva ola de la pandemia. Como respuesta a este difícil panorama, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene la tasa de depósitos de corto plazo (Overnight) en -0.50 % anual, mientras implementa un amplio programa de provisión de liquidez a través de la compra de títulos públicos y privados en el mercado secundario. Asimismo, el BCE anunció recientemente que se encuentra evaluando medidas adicionales de estímulo monetario para mitigar el impacto económico de las nuevas medidas de confinamiento que se están implementado en las principales economías del bloque.
En América Latina, las perspectivas económicas han sido afectadas significativamente por la pandemia, estimándose una reducción de -8.1 % en el crecimiento regional para 2020, según el FMI. En este contexto de una marcada ralentización económica, los bancos centrales latinoamericanos han disminuido de forma generalizada sus tasas de política monetaria e implementado paquetes significativos de estímulo monetario, a través de programas de provisión de liquidez y de canalización de crédito al sector privado.
En relación con las materias primas, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se ha moderado al cierre de octubre, ubicándose en torno a US$36 dólares por barril. En efecto, se proyecta un precio promedio para 2020 en torno a los US$ 39 dólares el barril, por debajo del valor de unos US$ 60 por barril inicialmente previsto en el Presupuesto Nacional. Por otro lado, el precio del oro se mantiene elevado, ubicándose en torno a los US$ 1,900 dólares por onza troy, muy por encima de lo contemplado inicialmente para este año, al ser utilizado como refugio de valor en un contexto de alta incertidumbre. En ese sentido, el comportamiento en los precios de estos bienes primarios deberá beneficiar los términos de intercambio de la República Dominicana y contribuir a la balanza de pagos, a través de una menor factura petrolera y del incremento en el valor de las exportaciones de oro.
En el entorno doméstico, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), señala que la economía continúa avanzando gradualmente en su proceso de recuperación, alcanzando una variación de -5.6 % interanual en el mes de septiembre, luego de tocar fondo en abril con una caída de -29.8 %, como resultado de una normalización paulatina de las actividades productivas. De esta forma, el crecimiento económico acumulado durante el período enero-septiembre se ubicó en -8.1 %. Hacia adelante, los modelos de pronósticos prevén que la actividad económica continuaría recuperándose progresivamente en los próximos trimestres, hasta alcanzar un crecimiento por encima de su potencial en 2021, una vez superadas las crisis sanitaria y económica derivadas del COVID-19.
En este contexto, el Banco Central continúa implementando un conjunto de medidas monetarias orientadas a mitigar los efectos del coronavirus a través de la reducción en 150 puntos básicos en la tasa de política monetaria desde marzo y medidas para incentivar el financiamiento de los sectores productivos y los hogares. En particular, del total de RD$ 190 mil millones puestos a disposición de las entidades de intermediación, se han canalizado más de RD$140 mil millones a los hogares y los sectores productivos, especialmente para las MIPYMES.
En adición, el BCRD anunció el incremento en RD$40 mil millones el monto de la Facilidad de Liquidez Rápida, para destinar estos recursos tanto a nuevos créditos a los sectores productivos, como a refinanciamientos y reestructuraciones de deuda a menores tasas de interés y plazos más favorables.
Como resultado de las medidas monetarias, las condiciones financieras se han mantenido favorables, registrándose una reducción de más de 300 puntos en la tasa de interés activa promedio ponderado de los bancos múltiples que pasó de 13.3% en marzo a aproximadamente 10% al cierre de octubre, manteniendo niveles históricamente bajos en los últimos meses. Asimismo, el crédito privado en moneda nacional se expande a una tasa interanual por encima del 9.0 % al cierre de octubre, uno de los crecimientos más altos de la región.
Es importante destacar que, la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos y las expectativas de inflación otorgan el espacio para que el Banco Central continúe implementando medidas de estímulo monetario, con el propósito de apoyar la recuperación gradual de los sectores económicos, facilitar la preservación y generación de empleos y contribuir a la protección de las fuentes de ingresos de empresas y hogares.
Por otro lado, la pandemia ha afectado significativamente a las finanzas públicas, debido a una caída de los ingresos fiscales por la ralentización económica y al incremento del gasto público asociado a programas sociales orientados a preservar el empleo y a la implementación de medidas sanitarias. Es importante destacar que la colocación exitosa de bonos en los mercados internacionales por unos US$3,800 millones y la ejecución del Presupuesto Complementario aprobado recientemente contribuirán a combatir los enormes retos derivados de la crisis sanitaria y a facilitar la reactivación gradual de la economía dominicana, principalmente en la medida que se desarrollen los proyectos de inversión pública.
En el sector externo, se debe destacar que en los meses recientes se observa una recuperación progresiva del flujo de divisas, asociada principalmente al alto dinamismo que mantienen las remesas familiares, al expandirse de forma interanual en 37.1 % en septiembre, y a la recuperación en las exportaciones durante el mes de septiembre, presentando un crecimiento interanual de 4.5%, compensando parcialmente el impacto negativo que ha tenido la pandemia sobre el turismo. Asimismo, la inversión extranjera directa ya supera los US$2,000 millones durante enero-septiembre y se proyecta que se ubicaría para el cierre del año en niveles cercanos a su promedio de la última década de US$2,500 millones, reflejando la confianza de los inversionistas en la resiliencia de la economía dominicana para enfrentar choques adversos. Adicionalmente, las Reservas Internacionales se ubican en torno a los US$10,000 mil millones (equivalentes a aproximadamente 12.7 % del PIB), facilitando que el Banco Central pueda seguir contribuyendo a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio ante un convulso entorno internacional.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos, preservando bajos niveles de inflación y manteniendo la estabilidad relativa del tipo de cambio. En ese sentido, la institución se mantendrá dando especial seguimiento al impacto del COVID-19 sobre la economía dominicana, encontrándose preparada para continuar reaccionando de forma oportuna ante factores que puedan poner en riesgo el objetivo de inflación y afectar la estabilidad macroeconómica.