Por: Puly Gomez
Cuando se está jugando con el sistema democrático y la estabilidad de un país, quienes ejercen el poder deben poner oído en sus gobernados, de lo contrario pueden terminar muy mal. Tenemos bastante ejemplos en ese sentido.
A raíz de las declaraciones emitidas por varios periodistas de los considerados independientes y donde han denunciado casos de corrupción, estos han sido atacados de manera avasallante por los que ostentan el poder. Son varios, los comunicadores que han sido sacados del aire debido a la presión ejercida a los medios por los funcionarios del gobierno.
Definitivamente vamos camino a una dictadura, tal como advirtió en una ocasión monseñor Francisco Ozoria.
Periodistas como Marino Zapete, la joven Rosa Encarnación, Willie Paz, Oniel Ramírez, Altagracia Salazar, Edith Febles, Oniel Ramírez, Salvador Holguin , entre otros, han sufrido la intolerancia y la arrogancia de » funcionarios » palaciegos.
«Tenemos una estructura, unos poderes que no se respetan, se ve claro que no hay independencia de los poderes del Estado», por tantos acosan a quienes disienten de ellos .
La soberbia palaciega comete un grave error; si yo fuera Danilo Medina ordenara a sus lacayos el cese de los ataques contra la prensa que no se ha prestado repetir como papagayos solo lo que convenga al régimen.
La ofensiva y descalificación moral contra el periodismo ético por parte de estos borrachos de poder, ha provocado la ira de gran parte de la población. La mala conducta de estos individuos será cobrada por el pueblo. Ya le pasó a Hitler, Saddam y otros que desafiaron el poder ciudadano y terminaron muy mal.
Espero que reflexionen y se conviertan en demócratas de verdad, no de simulación, y respeten el derecho a la libre expresión.