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Discurso del gobernador, Héctor Valdez Albizu, en el septuagésimo tercer aniversario del Banco Central de la República Dominicana

23 de octubre de 2020

Hoy es un día especial para todos los bancentralianos, ya que conmemoramos el septuagésimo tercer aniversario de la creación del Banco Central de la República Dominicana como el ente emisor del peso dominicano y ejecutor de las políticas monetaria, cambiaria y financiera. Al cumplir cada día con su mandato constitucional y legal, de preservar la estabilidad de precios y velar por el buen funcionamiento del sistema financiero y de pagos, el Banco Central demuestra su compromiso con el desarrollo de la nación, al igual que todos los que formamos parte de esta gran familia.

En lo personal, deseo expresar mi gratitud a Dios, por permitirme continuar en salud al frente de esta prestigiosa institución, en la que he puesto alma y corazón durante la mayor parte de mi vida adulta, en la búsqueda incesante de la estabilidad y el crecimiento económico dominicano.

Asimismo, permítanme manifestar mi agradecimiento al excelentísimo señor presidente de la República, Luis Abinader, por la gran distinción y confianza que me ha dispensado, en momentos tan complejos y difíciles para la economía dominicana y el mundo, al confirmarme por un nuevo período como Gobernador del Banco Central; responsabilidad que asumo con la misma determinación y entrega con las que he desempeñado el cargo durante más de dos décadas.

Del mismo modo, quisiera especialmente agradecer a mi esposa Fior y mi hijo Héctor Manuel, a mi adorada madre y mis hermanos, por su amor incondicional y sus consejos, por acompañarme, comprenderme y apoyarme siempre en el cumplimiento de mis responsabilidades frente al país, a pesar del alto sacrificio familiar y personal que éstas demandan.

Ciertamente, la labor realizada por el Banco Central, bajo el liderazgo de los honorables miembros de la Junta Monetaria, es el resultado del trabajo mancomunado de sus funcionarios y empleados; quienes laboran sin descanso largas horas, inspirados en una mística de excelencia que nos permite alcanzar los objetivos institucionales, en línea con los mejores intereses de la sociedad.

Como es tradición, y en cumplimiento con la política de transparencia y rendición de cuentas del Banco Central, presentaré los principales indicadores sobre el desempeño de la economía del año en curso y las perspectivas de cara al próximo año. En esta ocasión, no puedo negar que lo hago conmovido por los efectos devastadores que ha tenido la crisis sanitaria sobre la humanidad y de manera particular, sobre nuestro país, en materia de salud, producción, empleo, turismo, educación, cultura, en fin, prácticamente en todos los sectores y actividades.

La realidad es que gran parte del mundo ha entrado en recesión y los hacedores de política a nivel global nos hemos visto retados a diseñar y ejecutar nuevas estrategias que permitan aliviar la carga de aquellos segmentos de la población más afectados por la pandemia. Este gran desafío se ha asumido con firmeza, decididos a reencausar nuestras economías por la senda del progreso y la prosperidad, pues como dijo el gran Albert Einstein: “Es en las crisis que nace la iniciativa, los descubrimientos y las grandes estrategias.”

Entorno internacional, política monetaria e inflación

Luego de una fuerte contracción de la actividad económica en el segundo trimestre de este año, una gran parte de las economías del mundo iniciaron un proceso de reapertura gradual creando las condiciones para una recuperación moderada de los sectores productivos. El impacto de esta decisión quedó reflejado en el último Informe de Perspectiva Económica Mundial del Fondo Monetario Internacional (WEO, por sus siglas en inglés) que moderó su proyección de caída de la economía mundial para 2020, de 4.9 % en junio a 4.4 % en octubre.

En el caso de los Estados Unidos de América, nuestro principal socio comercial y financiero, las perspectivas económicas del FMI indican que el producto caería 4.3 % en términos reales, una importante corrección respecto del 8.0 % previsto inicialmente. Por otro lado, la Zona Euro, donde un gran número de países experimenta una segunda ola

de la pandemia, estaría contrayéndose en 8.3 % en 2020. En lo referente a América Latina, se estima una reducción de 8.1 % influenciado por los países de mayor tamaño como Brasil, México, Argentina, Colombia y Perú, que en conjunto han registrado más de 9 millones de contagios.

En esta coyuntura desafiante, la mayoría de bancos centrales del mundo han asumido posturas marcadamente expansivas, y en este proceso República Dominicana no ha sido la excepción. De manera oportuna y desde el inicio de la crisis, el Banco Central diseñó y ha implementado el plan de estímulo monetario más amplio de toda la región de Centroamérica y el Caribe. De esta manera, ha orientado sus esfuerzos en proveer liquidez al sistema financiero, a fin de garantizar el flujo del crédito hacia los sectores productivos, en condiciones de plazos y tasas de interés más favorables, particularmente para la micro, pequeña y mediana empresa, tratando de preservar el empleo y de proteger los ingresos de los hogares más vulnerables durante la crisis sanitaria.

En efecto, desde marzo del presente año el Banco Central ha reducido la tasa de interés de política monetaria en 150 puntos básicos, de 4.50 % a 3.00 % anual, su nivel histórico más bajo; a la vez que decidió estrechar el corredor de tasas de interés, disminuyendo la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) de 6.00 % a 3.50 % anual, mientras que la tasa de los depósitos remunerados (Overnight) se redujo de 3.00 % a 2.50 % anual.

Asimismo, se puso a disposición de las entidades de intermediación financiera unos RD$190 mil millones (más de 4 % del PIB), de los cuales RD$60 mil millones corresponden a repos hasta un año que funcionan como una línea de crédito revolvente para el sistema financiero; y RD$130 mil millones provienen de la liberación de encaje legal, de ventanillas para el financiamiento a sectores estratégicos y de la facilidad de liquidez rápida. Esta última permite la reestructuración de créditos para los deudores que han sido afectados por el cierre temporal de actividades, con menores tasas de interés y mayor plazo. A la fecha, de los RD$130 mil millones disponibles se han desembolsado unos RD$123 mil millones (95 % del total) a más de 50 mil beneficiarios.

En adición a estas medidas monetarias y financieras para combatir los efectos económicos del COVID-19, el Banco Central de manera proactiva gestionó ante el Fondo Monetario Internacional el desembolso de unos US$650 millones a través del

Financiamiento Rápido, instrumento que este organismo multilateral puso a disposición de los países en la actual coyuntura. Este monto, equivalente al 100 % de la cuota del país, ha sido utilizado para fortalecer las reservas internacionales y para apoyo presupuestario de las políticas públicas del Gobierno.

Debo informarles, que las referidas medidas han sido sumamente exitosas en flexibilizar las condiciones monetarias. Cabe destacar que desde que se tomaron las primeras decisiones, se ha producido una disminución de más de 300 puntos básicos en el promedio ponderado de la tasa de interés activa de la banca múltiple, la cual pasó de 13.28 % en marzo a 9.95 % en septiembre, así como los préstamos netos al sector privado en moneda nacional presentan un crecimiento interanual de 10.4 %, uno de los más altos de América Latina.

Dado que recientemente distintos medios han reseñado el alza de precios de productos de la canasta básica, quiero ser enfático de que se trata de presiones transitorias en algunos alimentos de alta ponderación en la misma, las cuales están relacionadas con el impacto rezagado de factores medioambientales como la sequía y el paso de las tormentas tropicales Isaías y Laura, que afectaron la productividad y la oferta en el mercado de varios rubros. En efecto, la inflación acumulada durante los primeros nueve meses del año fue 3.74 %, mientras la inflación anualizada a septiembre se situó en torno al límite superior del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % y se espera que se mantenga en promedio dentro de dicho rango en el horizonte de política monetaria.

Sector real

Estoy convencido mis amigos de que la oportuna implementación de estas medidas monetarias, junto a una política fiscal orientada a ampliar la red de protección social a los sectores más vulnerables de la población, las cuales fueron extendidas por el gobierno hasta final de año, han contribuido de forma notable para que los efectos de la pandemia sobre la economía, el empleo y el ingreso de los hogares sean menos severos.

En ese orden, se ha observado una tendencia sostenida hacia la recuperación de la actividad económica en los últimos meses. Aprovecho la ocasión para informar que las cifras preliminares disponibles reflejan que el indicador mensual de la actividad económica (IMAE) registró una variación interanual de -5.6 % en septiembre, una

mejoría sustancial de 24.2 puntos porcentuales respecto al -29.8 % observado cuando la economía tocó fondo en abril; es decir, que la contracción de la economía en septiembre fue 5 veces menor a la registrada en abril. Con este resultado, la variación acumulada del producto interno bruto (PIB) en enero-septiembre se ubicó en -8.1 %.

Es importante destacar que, excluyendo el sector hoteles, bares y restaurantes, sin dudas el sector más afectado por la pandemia, el resto de las actividades económicas en promedio exhibe una importante recuperación al pasar de -12.6 % en abril-junio a -3.0 % en julio-septiembre.

Dentro de las actividades que registraron un comportamiento positivo durante enero-septiembre 2020 se destacan: salud (12.4 %); servicios financieros (9.2 %); actividades inmobiliarias (4.2 %) y agropecuaria (3.8 %) comunicaciones (2.1 %); administración pública (2.1 %) y energía y agua (1.1 %).

El sector agropecuario se ha mantenido en terreno positivo gracias a las políticas de apoyo del gobierno central dirigidas a preservar la cadena de suministros y garantizar la seguridad alimentaria del país. En adición, se espera que este sector siga fortaleciéndose con la creación de un programa de financiamiento por RD$5 mil millones a tasa cero destinado a los productores a través del Banco Agrícola, para nuevas cosechas.

En el sector construcción, luego de una pausa obligada a causa del confinamiento, el sector privado ha reiniciado la ejecución gradual de proyectos de inversión, a la vez que el sector público anuncia diversas obras de infraestructura y de acondicionamiento de vías terrestres. En ese tenor, se prevé que la construcción será determinante para la consolidación de la recuperación, como lo ha sido históricamente, dado su efecto multiplicador y su gran capacidad de arrastre del resto de las actividades productivas.

Por otro lado, ante los desafíos que persisten en la actividad turística, el gobierno ha implementado el Plan de Recuperación Responsable del Turismo que busca establecer a la República Dominicana como un destino seguro e impulsar la Marca-País, combinando protocolos sanitarios y de seguridad con incentivos a las empresas del sector y estrategias de financiamientos y precios para promover el turismo interno.

De conformidad con lo anterior, el excelentísimo señor presidente de la República, Luis Abinader, ha visitado varias provincias del territorio nacional, promoviendo el inicio

o la continuación de proyectos de inversión turística. Entre las iniciativas anunciadas por el primer mandatario se encuentran el impulso que se le dará al desarrollo de la oferta hotelera en Bahía de las Águilas, mientras los polos turísticos de las zonas Este y Norte continúan su proceso de expansión. Asimismo, se mejorará la infraestructura vial en Samaná y se construirá la Autopista del Ámbar que permitirá conectar a Santiago y Puerto Plata de forma mucho más expedita.

En adición, el Gobierno remodelará más de 30,000 viviendas en todo el país a través del programa “Dominicana se Reconstruye” y se procederá a modernizar el puerto de Manzanillo que será el centro de operaciones logísticas de la región norte. Estas medidas contribuirán de forma significativa con la reactivación económica y la generación de empleos.

Sector externo

En lo referente al sector externo, cifras preliminares de la balanza de pagos muestran la gran capacidad del país para enfrentar con determinación entornos internacionales desfavorables, como el que se ha presentado producto de la propagación del coronavirus. Esa posición de resiliencia se observa en el déficit de la cuenta corriente que alcanzó US$1,014.7 millones en enero-septiembre, un resultado mucho mejor al que se proyectaba inicialmente para un país que durante varios meses se vio obligado a cerrar por completo la actividad económica que más divisas le genera, el turismo; cuyos ingresos comparado con igual periodo del 2019 pasaron de US$5,759.5 millones a US$1,992.9 millones. Esta disminución ha sido compensada por las intervenciones del Banco Central en el mercado cambiario a través de su plataforma electrónica, logrando suplir el descalce transitorio generado por el cierre de los sectores generadores de divisas, por más de US$5,000 millones.

Cabe destacar, que aún bajo estas condiciones adversas, la inversión extranjera directa (IED) continúa fluyendo al país, hasta el punto de alcanzar US$2,066.4 millones en enero-septiembre, monto que permite financiar más de dos veces el déficit de cuenta corriente del mismo periodo. Este resultado representa un crecimiento de la inversión extranjera directa de un 4.0 % respecto al 2019, impulsado principalmente por los sectores comunicaciones y minería.

Por el lado de las exportaciones, es importante destacar que si se toma de forma

exclusiva el mes de septiembre las exportaciones totales crecieron 4.5 % interanual, impulsadas principalmente por la recuperación del sector de zonas francas, cuyas exportaciones aumentaron 9.8 %, así como por las exportaciones del sector agropecuario que crecieron 15.0 % en el señalado mes. No obstante, en enero-septiembre se observó una reducción interanual de 9.0 %, alcanzando unos US$7,535.6 millones.

Cabe destacar que los efectos de la crisis sanitaria en el sector exportador de bienes y servicios han sido amortiguados de forma parcial por un desempeño mejor al esperado en las remesas. Solo en septiembre, el flujo de remesas al país aumentó por quinto mes consecutivo, alcanzando unos US$777.4 millones, un crecimiento interanual de 37.1 %. En los primeros nueve meses del año, las remesas ascendieron a US$5,849.8 millones, unos US$556.9 millones adicionales (10.5 %) a los registrados en igual periodo del pasado año. Este resultado obedece principalmente a la reducción de la tasa de desocupación en los Estados Unidos de 14.7 % en abril a 7.9 % en septiembre, país de donde proviene más del 80 % de estos flujos, así como por la asistencia financiera brindada por el Gobierno estadounidense a los desempleados en ese país, que ha beneficiado a la diáspora dominicana.

Por el lado de las importaciones, se comienza a observar una recuperación, particularmente en las importaciones no petroleras que, luego de registrar una variación de -21.9 % interanual en agosto, cayeron 7.4 % durante el mes de septiembre. En el caso de las importaciones de zonas francas, el comportamiento fue aún mejor, exhibiendo en septiembre un crecimiento de 12.0 % por primera vez luego de la reapertura de la economía. Esto mis amigos, son buenas noticias que indican que la economía anda por el camino correcto.

Es preciso destacar que la participación activa del Banco Central en el mercado cambiario en los momentos de mayor incertidumbre en los primeros meses del confinamiento, sumado al dinamismo de las remesas y la mejora reciente de las exportaciones, han sido claves para mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio. Otro factor que ha contribuido en esa dirección ha sido la exitosa colocación de bonos soberanos en los mercados internacionales por US$3,800 millones, que ha permitido incrementar las Reservas Internacionales hasta situarse por encima de US$10,500 millones, un 13.0 % del PIB superior a la métrica recomendada por el FMI, al cierre de septiembre.

Ámbito institucional

Por otro lado, en el ámbito institucional, a pesar del impacto del estado de emergencia en los proyectos que estaban en curso en marzo pasado, hemos podido concluir exitosamente la implementación del Centro de Respuesta a Incidentes de Ciberseguridad que nos permite responder rápida y eficientemente ante cualquier posible ataque cibernético al sistema financiero y de pagos, contribuyendo en gran medida a reducir el riesgo sistémico de dichos ataques.

Perspectivas de cierre 2020 y 2021

Estimados amigos, conforme se consolide la recuperación de los sectores productivos impulsada por las medidas de flexibilización del Banco Central y en coordinación con la política fiscal del Gobierno, se espera que la economía dominicana continúe mejorando de forma sostenida. En efecto, el FMI el pasado 13 de octubre proyectó una variación interanual del PIB en torno a -6.0 % para 2020, por debajo del promedio de -8.1 % proyectado para América Latina.

Este proceso de recuperación, conforme el sistema de pronósticos del Banco Central, se aceleraría de forma significativa en 2021, hasta cerrar el año con un crecimiento de 6.0 %, mayor al ritmo de crecimiento potencial. Más aun las proyecciones de crecimiento de mediano plazo del FMI prevén que la República Dominicana será el país de la región que más rápido recuperaría su nivel de ingreso per cápita previo a la pandemia.

En cuanto al sector externo de la economía, se espera que los menores flujos de exportaciones no minerales y de turismo se compensen parcialmente con mayores entradas por concepto de exportaciones de oro y de recepción de remesas, con lo cual se alcanzaría un déficit de cuenta corriente en torno a 3.0 % del PIB al cierre del año, situándose en torno al 2.5 % del PIB en 2021. Respecto a la inversión extranjera directa se prevé que se sitúe por encima de los US$2,500 millones al finalizar el año.

Es importante señalar que esta reactivación de la economía se lograría en un contexto de estabilidad de precios que es el compromiso más relevante del Banco Central. En ese sentido, la inflación interanual convergería al centro del rango meta definido en el Programa Monetario de 4.0 % ± 1.0 % durante el año 2021, lo que

permitiría mantener condiciones monetarias favorables, garantizando la liquidez necesaria a los sectores productivos mientras la economía se recupera.

Es por esto, estimados amigos, que antes de concluir mis palabras, quiero anunciar al país la primicia que, con el objetivo de continuar apoyando la recuperación de la actividad económica, aprobamos incrementar el monto de la Facilidad de Liquidez Rápida en unos RD$40 mil millones, provenientes de la disponibilidad de Repos de Corto Plazo que han vencido y estan disponibles para ser colocados nuevamente por las entidades de intermediación financiera. La tasa de interés se mantendrá en 3.0 % anual para los intermediarios financieros, quienes canalizarán los nuevos recursos a los sectores productivos a tasas de interés no mayores al 8.0 %, mientras que las MIPYMES y los hogares podrán acceder a estos fondos a tasas de interés competitivas.

De estos recursos, RD$20 mil millones serán para nuevos préstamos y los RD$20 mil millones restantes para refinanciamientos y reestructuraciones de préstamos a tasas de interés más bajas y plazos más favorables.

Estamos convencidos que estas medidas adicionales contribuirán a mantener los altos niveles de liquidez del sistema financiero, lo cual aceleraría el mecanismo de transmisión de la política monetaria, incentivando la canalización del crédito al sector privado y favoreciendo el impulso de la demanda interna.

Reflexiones finales

Estimados amigos, sin lugar a dudas, este ha sido un año de grandes desafíos que han puesto a prueba a todas las economías del mundo, incluyendo la República Dominicana. Pero no es menos cierto que el trabajo coordinado, la capacidad y la determinación con la que hemos actuado como nación, nos ha permitido resguardar la salud de las personas al tiempo de aliviar la carga de las empresas y los hogares, protegiendo a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Si bien hoy enfrentamos el gran reto de continuar con el proceso de recuperación económica ya iniciado y retomar la senda de crecimiento en un entorno internacional todavía incierto, estoy convencido de que bajo el liderazgo del excelentísimo señor presidente de la República, Luis Abinader, y mediante las alianzas de un sector público comprometido con el desarrollo económico y de un sector privado innovador, motor

principal de la economía, lograremos ganar la batalla y garantizar la estabilidad macroeconómica y social que caracteriza a nuestra República Dominicana.

En estos momentos debemos trabajar sin pausa para que logremos en poco tiempo recuperarnos. De esta manera, como dijo Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI en las reuniones de otoño celebradas recientemente: “Podemos hacer algo mejor que reconstruir el mundo previo a la pandemia, podemos construir un mundo que sea más resiliente, sostenible e inclusivo.”

Concluyo haciendo un llamado al país para que mantengamos una actitud positiva de mucha fe en el porvenir, y con los ojos puestos en nuestro creador, trillemos el camino hacia un mejor futuro.

Como expresara el líder surafricano y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, “que no nos juzguen por nuestros éxitos, sino por las muchas veces que después de caer supimos levantarnos”.

 

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