El actor mexicano Pablo Lyle llegó a la corte en Miami acompañado por su esposa y su abogado para enfrentar el caso que se le sigue tras la agresión a un hombre en esa ciudad. Se veía “tranquilo y sereno” a su paso ante los medios de comunicación.
Esa misma serenidad la mantuvo durante la audiencia en donde la fiscal Genevieve Valle solicitó al juez que se le fijara una fianza de un millón de dólares y que se consideraran los cargos de homicidio involuntario o asesinato en segundo grado.
Además, según el periodista Parker Branton, la fiscalía también pidió que el actor entregue su pasaporte y tenga un monitor en el tobillo, para evitar que salga de Estados Unidos. Si los cargos se elevan a asesinato, la fiscalía no permitirá que tenga una fianza.
Los problemas para Lyle con la justicia de Estados Unidos comenzaron el pasado domingo 31 de marzo. El actor se dirigía junto a su familia al aeropuerto de Miami, cuando otro conductor, Juan Ricardo Hernández, obstaculizó su paso.
Hernández, de 63 años, se acercó de forma agresiva -según testigos- al auto en el que viajaba Lyle.
Después, el actor mexicano salió del automóvil y se dirigió hacia Hernández. Lo golpeó en la cara y cayó al suelo. Durante esa caída sufrió un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente. El hombre falleció el pasado jueves 4 de abril..