Por: Puly Gomez
De acuerdo a Sun Tzu el general chino que entre el 400 a.C y el 320 a.C escribió el libro » El arte de la guerra «, donde sostiene que el arte de esta se basa en el engaño, irritar al enemigo y, si este es muy arrogante, tratar de fomentar su egoísmo. Dicho esto, es posible que entre enemigos estas tácticas sean de gran utilidad, pero no entre personas que se suponen tienen bastante lazos de hermandad.
En este artículo quiero referirme a una guerra sin cuartel que se lleva en el municipio de Imbert, donde dos figuras de alta estima y por demás bien valorados en la política libran una batalla que a mi juicio deben dar ejemplo de fraternidad; me refiero a María Elena Ramos ( Chiquita) y a Daniel Gómez, quienes luchan por la candidatura a la alcaldía del municipio, por el Partido de la Liberación Dominicana.
Pienso, que ellos deben enviar una señal de hermandad a cada uno de sus seguidores, ya que al final, después de las primarias del domingo 06 de octubre el mundo no se acabará y por tantos, todos seguiremos conviviendo en el mismo pueblo. Con una evaluación cuidadosa se pueden evitar muchas cosas.
Entre los seguidores de ambos las pasiones lucen desbordadas, perdiendo el uso de la razón en muchas ocasiones.
Las ofensas, insultos, campaña sucia y otras bellaquerias, solo le restan a quienes pretenden dirigir el Ayuntamiento, no olviden que hay muchas personas que no pertenecen a ningún partido, pero observan de lejos.
Ambos bandos, tienen a veteranos políticos integrados a sus respectivos comandos, los cuales deben comportarse con altura, y ser el ejemplo de quienes son sus seguidores.
Ojalá que Dios ilumine, tantos a María Elena como a Daniel, y que entiendan que la política es una actividad social que se basa en el diálogo, convida a la existencia de opiniones contrarias y, sobre todo de intereses opuestos referente a la normativa que rige a la sociedad, es decir, muy diferente a la escena que veo en estos momentos.