Golden State se anotó con una tremenda superioridad el primer partido de la final de la Conferencia Oeste ante Portland (116-94). Ni la batalla planteada por los Blazers ni la ausencia de Kevin Durant, lesionado, fueron suficientes argumentos para truncar el objetivo de partida del gran favorito. Stephen Curry, con nueve triples, 36 puntos, seis rebotes y siete asistencias, estuvo pletórico y los Warriors, aspirantes a su tercer título consecutivo, el cuarto en los últimos cinco años, marcaron distancias en un partido que dominaron de principio a fin.
Los Blazers, con la baja de Nurkic desde marzo, no alcanzaron el magnífico nivel que les ha conducido a su primera final de Conferencia desde 2000, cuando contaba con jugadores como Rasheed Wallace, Scottie Pippen, Steve Smith, Damon Stoudemire, Arvydas Sabonis y Detlef Schrempf.
Los Warriors anotaron 17 triples de los 33 que lanzaron (51% de acierto). Además, de Stephen Curry, destacaron Klay Thompson con 28 puntos, Draymond Green, con 12 puntos, 10 rebotes, cinco asistencias, dos robos y tres tapones, y una apreciable producción de casi todos los jugadores que salieron desde el banquillo.
Los Blazers resistieron durante la primera parte pero a partir del tercer cuarto empezaron a ceder y acumularon desventajas de hasta 17 puntos (67-50). Solo en alguna fase lograron reducir ligeramente la diferencia, pero no lograron plantarse en la recta final con alguna posibilidad de victoria. Lillard, con 19 puntos, y McCollum, con 17, fueron como suele ser habitual sus máximos anotadores, pero lejos de su mejor nivel. Harkless y Hood también anotaron 17 puntos cada uno y Kanter sumó 10 puntos y 16 rebotes. Pero el resto del equipo apenas aportó. Los porcentajes de los Blazers fueron muy bajos, con un 36% en tiros de campo, un 25% en triples, y además, cometieron 21 pérdidas, seis más que los Warriors.
El duelo fue muy especial para la familia Curry. Stephen, de 31 años, se enfrentó por primera vez en unos ‘playoffs’ a su hermano Seth, de 28 años. El hermano menor apenas jugó en sus primeras temporadas en la NBA y no empezó a destacar hasta que fichó por Dallas en la temporada 2016-2017. La siguiente campaña no pudo jugar a causa de una lesión. Fue entonces cuando lo ficharon los Blazers, en los que promedió ocho puntos y 1,6 rebotes en la fase regular y está promediando algo más de cinco puntos y casi dos rebotes en los primeros ‘playoffs’ de su carrera.
Los Warriors podrían recuperar en los próximos días a DeMarcus Cousins. El pívot sufrió un desgarro muscular en la pierna izquierda en un partido contra los Clippers mediados de abril, y ya ha empezado a entrenarse de nuevo con su equipo.