Golden State cumple un lustro en la cumbre y aun así no deja de asombrar. Volvió a hacerlo en Portland donde ganó en la prórroga (117-119) y completó la barrida (4-0) a pesar de las ausencias de los lesionados Kevin Durant, Andre Iguodala y DeMarcus Cousins. Prevalecen el espíritu competitivo y el estilo espectacular de un equipo capaz de sobreponerse a tantas bajas relevantes y con un convencimiento absoluto en no dejar para mañana lo que puede hacer hoy.
Los Blazers vendieron muy cara su piel. Llegaron a dominar por 17 puntos (95-78) a punto de finalizar el tercer cuarto. Pero el liderazgo de Stephen Curry crece a medida que lo necesita su equipo, al igual que la persistencia de Draymond Green, que parece reservarse para multiplicarse en todas las facetas del juego en los ‘playoffs’. Los dos acabaron con triples dobles: siete triples, 37 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias de Stephen Curry y 18 puntos, 14 rebotes, 11 rebotes, tres robos y dos tapones de Draymond Green. Este, además, fue el autor del triple que, a 39 segundos para el final de la prórroga, puso el 115-119 que ya no pudo igualar Portland.
Lo intentó Damian Lillard, que redujo la diferencia a 30 segundos para la conclusión. Y falló Stephen Curry cuando quedaban 11 segundos. Pudo empatar Lillard, pero su penetración fue muy bien defendida por Green y Klay Thompson. El balón acabó fuera, pero todavía en poder de los Blazers. En los 3.3 segundos que restaban acabó en las manos de Lillard que lanzó un triple desde la esquina que no entró. No sirvieron, en definitiva, sus 28 puntos y 12 asistencias, ni los 26 puntos de CJ McCollum.
Los Warriors disputarán su quinta final consecutiva contra el vencedor de la final del Este entre Milwaukee y Toronto. La última vez que Golden State se quedó en el camino fue en 2014. Entonces fue eliminado en la primera ronda de los ‘playoffs’ por los Clippers. Su entrenador era Mark Jackson. Pero en mayo de 2014 fue relevado por Steve Kerr. En su primera temporada como entrenador, Kerr llevó a los Warriors al título. Un año después, perdieron la final ante Cleveland, el mismo rival al que derrotaron en las finales de 2017 (4-1) y de 2018 (4-0).
El factor sorpresa del cuarto partido de la final del Oeste lo protagonizó Meyers Leonard, de 27 años, en Portland toda su carrera, desde 2012. Sumó 30 puntos y 12 rebotes y llevó por la calle de la amargura a la defensa de los Warriors, sobre todo en la primera parte en la que acabó ya con cinco triples y 25 puntos. Esta temporada solo había sido titular dos veces y promedió 5,9 puntos, 3,8 rebotes y 14 minutos, cifras similares a las que estaba obteniendo en los ‘playoffs’ hasta que Terry Stotts lo alineó en el quinteto titular en el tercer partido de la final y anotó 16 puntos.
El pívot titular de los Blazers era el bosnio Jusuf Nurkic. Pero se lesionó en marzo y causó baja para el resto de la temporada. A partir de entonces el pívot titular fue el turco Enes Kanter, que había sido fichado en febrero, procedente de los Knicks. Pero los Warriors neutralizaron a Leonard en la segunda parte y en la prórroga. También añadieron actores secundarios a su triunfo con aportaciones importantes de McKinnie, con 12 puntos, y Looney, con 12 puntos y 14 rebotes, además de 17 puntos y seis rebotes de Klay Thompson.