Por: Puly Gomez
Los jóvenes de estos tiempos, pertenecen a una generación donde el mundo es totalmente digital, donde la mayoría de ellos se han criado con una computadora, una tablet o un teléfono celular en sus manos.
Para ellos, la inmediatez y la identidad digital es su razón de ser, son verdaderos expertos en el manejo de las redes, pero al momento de interrelacionarse muestran cierta dificultad.
Su vida gira alrededor de Facebook, Twitter, YouTube o Instagram. Este es su mundo. Piensan que sin hacer esfuerzo pueden generar algún cambio en sus vidas, están pendientes de una manera increíble, de lo que es la vida de los demás ciudadanos. Nuestros jóvenes, muchas veces se comportan de una manera inadecuada, muestran mucho egoísmo.
Se están formando con total alejamiento del buen vivir, se creen los mejores, no quieren un empleo estable y la mayoría viven en casa de sus progenitores.
Entre ellos, hay mucha infelicidad, también depresión, esto se debe a que no cuentan con las herramientas para sobrevivir en el mundo real. Claro, que no todo es negatividad, la tecnología también tiene sus beneficios. Pero debemos tener cuidado con el tiempo y el uso que nuestros hijos dedican al mundo digital.
Antes de juzgarlo y llevarlo al paredón, debemos inculcarle mayores valores para que sean más humanos y en tiempo futuro, sean gran ejemplo para toda la sociedad.
